Ayer nos dimos un paseo para ver de cerca el nuevo Templo de Diana. ¡Bravo!
El emperador Augusto, fundador de Emérita Augusta, tuvo la habilidad de conjugar lo viejo con lo nuevo. Unos cuantos años más tarde se vuelve a demostrar que ambas cosas casan perfectamente.
Me gusta andar y observar por todos los ángulos posibles el Templo de Diana y su palacio insertado.
Ahora queda disfrutar de él y que sepamos cuidarlo.
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