Este fin de semana se alojan en TIBULA unos jóvenes clientes que vienen al bautizo del hijo de unos amigos de Don Álvaro. Toda la reserva se ha hecho a través de los felices papás. Intentamos contactar con ellos una semana antes de la llegada para poder mandar toda la información de la casa rural como hacemos habitualmente, pero no tuvimos éxito (no nos cogían el teléfono). Finalmente una persona del pueblo nos puso en contacto con ellos el día antes de la llegada de sus amigos.
Vaya, quiero decir con esto que no se realizó el procedimiento habitual. No sabíamos hora de llegada, no sabían cómo iba a ser la recepción, lo que iban a encontrar en la casa, y nuestra forma de funcionar.
Ahora no quieren que pasemos a clorar y limpiar la piscina porque dicen que están sus cosas. Les explico que es necesario un mantenimiento periódico pues el agua puede estropearse al mínimo descuido, y más con las tormentas que estamos teniendo estos días, y que podemos ir a la hora que mejor les parezca y estando ellos en la casa si lo prefieren.
Conclusión, no debemos salirnos nunca de nuestro "modus operandi" que tenemos bien probado que nos permite la máxima satisfacción de los que vienen a TÍBULA y de nosotros como establecimiento.
Espero que el fin de semana sea lo más grato posible para estos chicos y que el bautizo sea un éxito, y que el recuerdo que se lleven de todo sea el mejor.
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